DOCUMENTAL / COSTA RICA / 2021 / 8:00 MIN

DIRECCIÓN: Wainer Méndez Solano y Ana Nicté Castillo Delgado

Coligallero es llamado popularmente el minero artesanal. Mineros que en 1913 realizaron una revuelta por las duras condiciones y el trabajo precario y los tratos extremos por parte de la Goldfields Company del magnate estadounidense Minor Kith, que desde finales del siglo XVIII comenzó a huaquear y extraer piezas precolombinas y posteriormente se le otorga un enclave minero en las montañas de Abangares para extraer oro. Ante estas hostilidades los mineros han luchado por más de 120 años, Ahora ellos reconocen el impacto que ocasionó la minería a gran escala y organizados en cooperativas los mineros cambiaron los métodos agresivos por los artesanales, principalmente se le conoce por el uso de técnicas rudimentarias y manuales y un impacto más focalizado por lo que genera muy poco impacto ecológico. Hoy en día el minero artesanal continúa siendo ilegal y perseguido. pese a que con su lucha lograron con otras fuerzas políticas aprobar una ley que les permitía con el tiempo recibir capacitación y acompañamiento estatal para formalizar su actividad, una ley que desde el 2010 no se ha cumplido aunque las cooperativas siguen luchando por su legalidad y reconocimiento. En este cortometraje Juan Morales y su hija Mercedes nos acercan al pasado de una lucha en contra del extractivismo de compañías extranjeras y a un presente de lucha diaria por encontrar el oro para la subsistencia de sus familias. Abangares es un pueblo que se cansó de tanta miseria y de la pobreza de esos años atrás, tanta fue la presión para la última compañía "El Valiente Ascari" que Juan Morales junto con otros mineros artesanales a pesar de las presiones y amenazas, lograron fundar el primer sindicato de mineros. Los años posteriores fueron de mucha lucha por garantizar túneles más seguros y mejores condiciones para el minero pero la compañía no quiso asumir su responsabilidad y ante las presiones del sindicato la empresa terminó por retirarse del pueblo, dejando a los trabajadores y trabajadoras sin garantías laborales ni respaldo alguno, llevándose la última gota de oro y dejando a la deriva a todas las familias del pueblo de Abangares. Cuando esto sucedió Juan Morales junto con otros coligalleros pusieron en práctica las enseñanzas artesanales de sus padres y comenzaron a organizarse para extraer de forma más solidaria y con menos impacto ambiental el poco oro que les dejaron, hoy sigue siendo el único sostén del pueblo de Abangares.

¿Cómo contribuye el proyecto a formas de vida y economías más solidarias, así como social y ecológicamente más justas?

Los Coligalleros están claros que el impacto que dejaron las compañías en sus montañas dejó daños ambientales por la explotación desenfrenada que no quieren repetir, pero en el momento más crucial, cuando la compañía les dio la espalda y se fue era necesario no solo un cambio de poder sino de cooperación y conservación de los recursos metalúrgicos que aún tenían. Los años de injusticia ahora lo recuerdan en un ecomuseo ubicado en el pueblo, que recupera la memoria colectiva a través de los objetos, fotografías y restos de las antiguas compañías, memoria viva de la época de saqueo y pobreza para el pueblo. Respetando las tradiciones artesanales heredadas por lo primeros coligalleros, actualmente las cooperativas han podido organizarse para sacar el oro y distribuir de forma organizada los recursos mineros pero generando un impacto menor en el ambiente, creando una mejor distribución de la riqueza y creando una cultura artesanal que actualmente es considerada un aporte a la diversidad cultural en Costa Rica.