La epilepsia es una enfermedad cerebral crónica que puede provocar convulsiones recurrentes como consecuencia de un desequilibrio químico y una actividad eléctrica anormal de las neuronas, lo que resulta en una función atípica en el cerebro. Las convulsiones pueden ser desde movimientos descontrolados del cuerpo hasta la pérdida de conocimiento. No todas las convulsiones indican epilepsia; el diagnóstico se establece cuando una persona experimenta dos o más convulsiones sin causa aparente con, al menos, 24 horas de diferencia. Aunque la causa puede ser desconocida, las situaciones de riesgo son causas genéticas, alteraciones tóxico-metabólicas, el curso de un proceso infeccioso o inflamatorio, un accidente cerebrovascular, tumores cerebrales, entre otras; para estas existen diversos tratamientos, como medicamentos o cirugía, que pueden controlar las convulsiones en la mayoría de los casos.