La cavidad oral es una de las principales entradas y zonas de contacto de muchos patógenos como bacterias, virus y hongos. Estos patógenos pueden anidar en algunas zonas de la boca como los carrillos, la lengua, las encías o el esmalte dental. Incluso estos patógenos pueden llegar hasta el tracto gastrointestinal y pasar a otro órgano como el corazón. Por lo anterior, es de suma importancia mantener una buena higiene bucal y un equilibrio entre la mucosa bucal y la microbiota, también conocida como flora bucal. En este sentido, es importante saber que la flora bucal o microbiota son sinónimos, y ambos se refieren a esos microorganismos que habitan en nuestro cuerpo sin hacernos daños ni provocar alguna enfermedad, de hecho ayudan para la protección contra otros microorganismos que sí pueden afectar el cuerpo humano.