Este volumen colectivo se propone como un espacio de reflexión interdisciplinar, interregional e intergeneracional sobre el significado de la llamada crisis democrática, las narrativas que sustentan esa inestabilidad y la transformación de la democracia, así como de intercambio de experiencias que nos permitan pensar en resiliencia y resistencia. Su principal objetivo es dilucidar desde diferentes miradas disciplinares el significado de la noción de crisis con respecto a las democracias contemporáneas, para interrogar sus diversas causalidades y su manifestación discursiva en lo político, lo social y lo cultural. El libro está organizado en tres partes orientadas, respectivamente, a ofrecer un diagnóstico del estado actual de las democracias de la región, analizar los marcos interpretativos que empleamos en la caracterización de las crisis en América Latina y, finalmente, presentar experiencias y prácticas políticas que buscan responder a dichos desequilibrios. Sus diversas contribuciones parten de la necesidad de reconocer que la comprensión y respuesta a las crisis democráticas actuales no se limita a su dimensión institucional, sino que va a la par de una crisis de conocimiento, es decir, de un agotamiento de las epistemologías de las cuáles partimos para su análisis.