CALAS

Una llamada a la emancipación educativa

La Plataforma para el Diálogo «Educar con futuro. Cerrando brechas a las desigualdades» reunió del 26 al 28 de mayo 2022 investigadores de varios países de Latino América y Europa en la sede principal del CALAS, en la Universidad de Guadalajara. El propósito fue fortalecer el análisis que se realiza en la región para mejorar los sistemas educativos a partir de las lecciones dejadas por la pandemia. Iniciativas generadas durante la contingencia sanitaria sirven de motor de arranque en la búsqueda por remediar las carencias educativas estructurales y mitigar las disparidades, con el propósito último de tener mayor calidad en el nivel de la enseñanza en el área.

El encuentro inició con la discusión de iniciativas educativas desde las políticas públicas. Para tal propósito contaba con la presencia de Luciano Concheiro, subsecretario de Educación Superior del Gobierno de México, Marx Arriaga, director de materiales educativos de la SEP, a quienes se les unió María Luz Albergucci de la Universidad Pedagógica Nacional de Argentina para traer, en asociación y contraste, la experiencia de este país sudamericano a la mesa de trabajo.

Asimismo, Sarah Corona Berkin, directora de la sede principal del CALAS en Guadalajara; Ricardo Villanueva, rector de la UdeG; y Eduardo Villegas Mejías, coordinador de memoria histórica y cultural de México prestigiaron esta mesa.

Esta tríada sentó las bases de la discusión posterior con preguntas, estadísticas y apuntes generadores de diálogo. Villanueva, recordó que más de 160 millones de estudiantes habían sido afectados con la irrupción del virus del covid-19. En este contexto, el paso de la presencialidad tradicional a modalidades de educación en línea desenmascararon muchísimas de las desigualdades que enfrentan los estudiantes en su entorno.

«La pandemia nos sacudió y nos ha hecho pensar que estamos frente a una oportunidad para requilibrar a escala mundial el poder de los mercados con el de la democracia; y en el ámbito de la producción de conocimiento, equilibrar el poder de los expertos con el de los ciudadanos. Estamos frente a la necesidad de una apropiación colectiva de los problemas sociales para encontrar formas, también colectivas, de afrontar las necesidades educativas”- planteó Sarah Corona. De ese emplazamiento al contexto socioeducativo actual derivaron los intercambios subsiguientes que estuvieron avocados, como indicó el Coordinador de Memoria histórica y Cultura, Eduardo Villegas, «a requerir un cambio de consciencia».

Transformar, resignificar modelos educativos, ¿pero hacia dónde?

La necesidad de una restructuración de los modelos y sistemas educativos vigentes centró los esfuerzos intelectuales de este intercambio. Ponentes, público presente en el auditorio Rosario Castellanos del CUCSH Belenes y aquel que siguió la transmisión en vivo a través de las plataformas digitales, concuerdan (¿y cómo no hacerlo?), con la urgencia por subvertir ciertos paradigmas. En tanto entelequia, en tanto parte de enunciados académicos, los términos transformación, restructuración, cambio suenan concluyentes, sólidos incluso si no se le someten al juicio de la practicidad material. ¿Cambiar los modelos educativos por qué, para qué, para quién y sobre todo, cómo? Algunas respuestas, siempre provisionales, siempre circunstanciales, se encontraron al calor del encuentro.

«Si queremos cerrar las brechas—dice María Luz Albergucci que formó parte durante un tiempo del Ministerio de Eduación argentino,, hay que pensar en el acceso, en la educación pública de calidad, la inclusión digital y de género. Para cerrar brechas no necesitamos que el mercado haga lo suyo, sino disponer de un estado capaz de garantizar las condiciones para TODOS”.

En sus palabras localizamos un primer argumento que abona a esa premisa de la necesidad de un cambio, argumento sobre el que Marx Arriaga abundó en sus intervenciones: discurso y lógicas empresariales se han apoderado de los modelos de enseñanza. «Discursos destinados al sector empresarial sobre éxito, calidad, excelencia, etc. se implantaron en el sistema educativo al punto de convertir el hecho pedagógico en un proceso. Estudiantes y maestros se convierten en elementos de este proceso«.

Paradigmas constructivistas, meritocráticos que delegan toda responsabilidad en el sujeto individual se han apoderado de los modelos educativos porque resultan eficaces al poder, que los utiliza como mecanismos de legitimación de sus políticas, haciéndolos pasar como «verdad cultural» cuando son doctrinas instauradas para crear ciudadanos funcionales al status quo imperante.

Pero qué hay de nuevo aquí. Más allá de las coloraturas ideológicas que se impongan, la cultura de una época es la cultura de sus clases dominantes, ¿o no? El cambio debe superar los discursos progresistas basados en el neohumanismo, bonitas banderas al uso y abuso del poder, para sacudir hasta los cimientos. Podríamos estar de acuerdo en que debe empezar por el lenguaje, pero tenemos que defender que debe trascenderlo.

Para Arriaga el camino consiste en «dejar el constructivismo a un lado y adentrarnos en una paradigma sociocultural, dar flexibilidad, libertad de cátedra, enfocarse en transformar la realidad inmediata, adaptar los materiales educativos a cada contexto».

Lo regional, lo local revierte total importancia en este nuevo abordaje para el fomento de la conciencia crítica del espacio inmediato de los sujetos. Luciano Concheiro señala: «Se trata ahora de la construcción desde lo local y lo regional, de ciudadanías múltiples, incluida la ciudadanía del mundo, donde la educación nos da capacidad crítica para construirnos a nosotros mismos. Lo local se inserta aquí como reconocimiento de la diversidad».

La edificación de la nueva escuela mexicana ha empezado por la modificación de los libros de texto gratuitos de los que se planea desterrar la mercantilización y darle patria al reconocimiento de la otredad. La eliminación de la prueba estandarizada y la atención a la precarización docente se erigen como los siguientes pilares en este proceso de restructuración. Restan dos años y medio hasta el deadline de esta tarea a la que Marx Arriaga le asegura el éxito »porque la ley de educación así lo permite».

La equidad y la inclusión enfrentan en México, como señaló Concheiro «una geografía de las desigualdades», que se han aceptado como orden natural y producen «una desigual distribución de los horizontes de futuro»—como le llama Abergucci al hecho de que el modo existencial por defecto de una gran mayoría sea la supervivencia en presente perpetuo. 

Sexenio tras sexenio en México se han visto crear, anunciar con bombos y platillos y luego fracasar, diversas transformaciones en los programas educativos que no han conseguido superar la colonialidad. El estado, afirman los asistentes a la mesa, tiene que tomar de una vez y por todas las riendas y garantizar una educación pública de calidad. Su responsabilidad consiste en educar CON futuro «y no para el futuro. Hay que ver quién, con qué sentido y pensando en quiénes hace las enunciaciones sobre el futuro» —alerta María Luz Albergucci quien resume debate y espíritu del encuentro en una de esas bottom line predestinadas al marcador: «educar con futuro es una invitación al debate emancipatorio».

Fecha: 
Lunes, Mayo 30, 2022
Lugar: 
CALAS, sede principal, Guadalajara