Ante un Auditorio Carpa colmado, la antropóloga feminista y directora de la Cátedra de Pensamiento Incómodo inauguró la Plataforma para el Diálogo: Nuevos Discursos de Odio y sus Contradiscursos en América Latina de la Sede Regional Cono Sur del Centro Maria Sibylla Merian de Estudios Latinoamericanos Avanzados (CALAS).
«Sería incapaz de amar un hijo homosexual. No voy a ser hipócrita aquí. Prefiero que un hijo mío muera en un accidente a que aparezca con un bigotudo por ahí». Jair Bolsonaro, presidente de Brasil.
«Podría disparar a gente en la Quinta Avenida y no perdería votos». Donald Trump, presidente de los Estados Unidos.
«El que quiere andar armado, que ande armado». Patricia Bullrich, ministra de Seguridad argentina.
Estas frases, que podrían haber sido pronunciadas por acérrimos defensores de las sociedades más conservadoras de principios del siglo XX, pueden formar parte de un muestrario de los nuevos discursos de odio que hoy rebotan en distintos puntos de América Latina.
Para comprender el avance de la ultraderecha y sus discursos en la región, la antropóloga feminista Rita Segato brindó la conferencia «Las políticas del enemigo y los fundamentalismos contemporáneos» en un Auditorio Carpa repleto. Fue la actividad de inicio de la Plataforma para el Diálogo: Nuevos Discursos de Odio y sus Contradiscursos en América Latina de la Sede Regional Cono Sur del CALAS.
«Para poder transformar nuestra realidad, primero hay que entenderla ¿Qué posibilitó el retorno de los diversos fascismos?, se preguntó Segato al inicio de su exposición y luego explicó sus «tres nociones sobre el odio»: la pedagogía de la crueldad, la crítica a la idea de crímenes de odio y la construcción del enemigo.
Según la antropóloga, todas las personas estamos programadas para soportar cada vez más altos niveles de crueldad: «La pedagogía de la crueldad es todo aquello que nos habitúa a ver el mundo como cosa. Es una pedagogía de la indiferencia porque nos habitúa a ver el sufrimiento ajeno, a cosificar la vida y a las personas. Esa cosificación hace que convivamos con los seres que sufren con total indiferencia. Se trata de una pedagogía que formatea y moldea personalidades de estructura psicopática. Personalidades no vinculares y no empáticas».
Luego, la titular de la Cátedra de Pensamiento Incómodo que comparten la Escuela de Humanidades y el Programa Lectura Mundi de la UNSAM hizo una crítica al concepto de «crímenes de odio» hacia las mujeres. Segato, manifestó que los femicidios y la violencia hacia las sexualidades disidentes no operan por odio, sino por poder. «Los crímenes hacia las mujeres son para satisfacer el mandato corporativo de la masculinidad. Son crímenes corporativos donde la víctima es una posición de descarte para producir y sedimentar la alianza entre los hombres. No hay odio, hay exigencias del orden corporativo de la masculinidad, un interés político patriarcal», dijo.
La tercera de las nociones de odio señaladas por Segato refiere a la «construcción del enemigo». Para explicar esta postura, la autora de La guerra contra las mujeres realiza un paralelo entre el racismo colonial y la misoginia. «La raza no existe. La idea de raza es el atrapamiento del vencido en las características fenotípicas de su cuerpo. Así como la colonialidad biologiza al vencido y lo atrapa en su cuerpo, el patriarcado produce el atrapamiento de la mujer en su cuerpo. Todo es un mecanismo de construcción de poder», alertó.
En el mismo sentido, Alejandro Grimson, director del Colegio Doctoral de la UNSAM y de la Sede Regional Cono Sur del CALAS, presentó la conferencia de Segato y explicó que desde el 2015 en Europa y América Latina «los prejuicios sociales estallaron y los discursos del odio —que estaban presentes, pero de una manera subterránea y sin poder manifestarse abiertamente en el espacio público— de pronto pasaron a dominar una buena parte del discurso social, cultural y político».
Segato señaló que los discursos de odio están presentes en los nuevos discursos religiosos, porque allí se visibiliza una verdadera enemistad: la idea de la construcción de los movimientos feministas como enemigos de Dios. «Los monoteísmos marchan en la dirección del genocidio porque presentan lógicas excluyentes: un único Dios, un único bien, una única forma de justicia, una única verdad. Esa es una visión monopólica de la moral que lleva necesariamente a la construcción del enemigo», dijo.
Al finalizar, Segato aseguró que lo que realmente molesta a las estructuras de poder es «el avance de la despatriarcalización”. «Las mujeres damos una herida de muerte al edificio patriarcal y eso amenaza a los poderes económico, político y bélico y va transformando la sociedad», dijo y propuso una nueva mirada hacia los feminismos: «Cuidado con transformar el feminismo en una política del enemigo, porque estas políticas son siempre fascistas. Necesitamos una política plural, más del descontrol que del control».
El evento contó con un espectáculo de danza por parte de estudiantes del Instituto de Artes Mauricio Kagel.
Fuente: Noticias UNSAM
Autor: Gaspar Grieco
Fotografía: Leandro Martínez y Pablo Carrera Oser