El 22 de abril de 1992, varias explosiones ocurrieron en la ciudad de Guadalajara, causando la muerte de más de 200 personas y dejando casi 1.500 otras con lesiones graves, debido a la acumulación de gasolina en el sistema de alcantarillado. Desde hace décadas los vecinos que viven a lo largo del Río Santiago que cruza el estado de Jalisco denuncian la contaminación acuática que se ha convertido en una grave crisis epidemiológica, ambiental y de salud pública.
Estos y otros desastres y conflictos socio-ambientales han sido el tema central del taller «Desastres, conflictos socio-ambientales y conocimiento», que el CALAS celebró en su sede principal de Guadalajara el 5 de diciembre. Organizado por la historiadora de la ciencia Cécile Stehrenberger como parte de su estancia de investigación como investigadora invitada en CALAS, más de 20 científicas y científicos de diversas instituciones, disciplinas y países, así como activistas y miembros de colectivos, participaron en el encuentro.
El taller fue un espacio de recuento, reflexión y entendimiento sobre aquellos procesos que han marcado las vidas e historias de múltiples personas y/o comunidades. Así, se destacó que los agravios causados por las explosiones en Guadalajara en 1992 han dejado hasta hoy en día una gran marca en la memoria de las personas y dieron pie a múltiples movilizaciones.
Más allá de las reacciones inmediatas, es el tiempo que transcurre que da cuenta de los daños que generan los desastres. En este contexto están insertados los conflictos socio-ambientales que vulneran a las personas, no sólo a las que lo viven en el presente, sino también a las generaciones futuras. Para poder analizar esto, es necesario voltear a ver el pasado y reconstruir la historia de los lugares que habitamos. Es así que los entrecruces de la memoria y el territorio hacen posible la oralidad para reconocer aquellos elementos que inciden en los contextos, entender lo que sucede y el papel de los distintos actores, como los colectivos del Salto de Juanacatlán y del antiguo Valle de Xuchitlán que incansablemente denuncian la contaminación del río Santiago.
El taller posibilitó el conocimiento sobre las implicaciones de los desastres generados en contextos diversos y que atañen a las sociedades de múltiples maneras: da cuenta de los daños generados a la humanidad y las violencias por parte del Estado que persigue a las personas que se encuentran luchando por sus derechos. Dichas crisis son enfrentadas en el día a día y el pasar del tiempo desde diferentes dimensiones: política, social y emocionalmente.