El aumento exponencial de la población mundial ha generado diversas problemáticas que incluyen la ambiental, la social, la económica y la alimenticia. En aras de adaptarse a las metas del desarrollo sustentable y reducir los problemas ambientales, se ha propuesto un nuevo modelo de consumo conocido como economía circular para reemplazar la economía lineal vigente. La economía circular consiste en que los productos se puedan reutilizar como materia prima para generar nuevos productos, en lugar de simplemente desecharse cuando se termine su vida útil. Estos productos deben ser sustentables y tener un balance de carbono positivo o nulo, es decir que no genere más carbono en la atmósfera del que se requirió para producirlo.