Licenciada en Administración de Empresas por el Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad Juárez. Maestría en Ciencias Sociales para la elaboración de políticas públicas con la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ).
Publicaciones
2021. “Desafiando al muselmann. Capital social y luchas por la paz en Ciudad Juárez”. En: Carmen Chinas Salazar y Camilo Molina (coords.): Comunicación, Memoria y Paz. Quito: Ciespal Editions, 209-231.
Proyecto doctoral:
El capital social en contextos de extrema violencia. Un análisis a través de las formas de respuesta ciudadana.
Con el presente trabajo pretendo explorar las diversas respuestas ciudadanas que se dieron en el periodo de mayor violencia (2008-2011) y, a través de ellas, analizar lo que eso ha implicado en las dimensiones principales del capital social, es decir, las redes, la vida asociativa y algunos elementos cognitivos como la confianza. En el discurso oficial se habla de una pérdida de capital social o tejido social: el abandono de hogares y de espacios públicos, la pérdida de la vida social y comunitaria por el encierro, la disminución de la confianza. Sin embargo, creo que hacen falta estudios que puedan afinar estas afirmaciones, pues también se pueden observar esfuerzos coordinados, acciones colectivas, formas de organización a diversos niveles (grupal, familiar, vecinal, comunitario, colectivo). Esto me lleva a la idea de que hay elementos del capital social que se destruyen o debilitan, pero también otros que se crean, fortalecen o modifican. Esto es lo que me interesa descubrir con mayor detalle.
Los efectos sociales de la inseguridad y la violencia pueden ser muy amplios y diversos. Abordarlos desde el marco del concepto de capital social permite concentrarnos en características de las relaciones sociales que han sido consideradas, a través de diversas investigaciones, como esenciales para el buen funcionamiento de las sociedades. Variedad de estudios en distintos campos han mostrado cómo la existencia de lazos comunitarios, la confianza interpersonal, la abundancia de vida asociativa, representan una ventaja comunitaria, pues contribuyen a la generación de virtud cívica, a la cooperación espontánea y la preocupación por los intereses colectivos, superando aquellos meramente individualistas. Uno de los autores más reconocidos en defender dicho argumento, es Robert Putnam (Putnam, 2000) (Putnam, 1993). Muchos estudios han encontrado una relación entre capital social y reducción del crimen y la violencia1. Esto lo relaciono con el ciclo paz-violencia. Las violencias afectan las respuestas sociales y configuraciones de capital social que surgen en la sociedad; de igual manera, las respuestas y sus configuraciones afectarán sobre el tipo de violencias que se presentan.
Para llegar a definiciones y reconocer los elementos y dimensiones que deben ser consideradas dentro del capital social, se han consultado numerosas fuentes hasta elaborar un diagrama integrador de las múltiples discusiones. Como eje, están dos enfoques: uno basado en los planteamientos de Bourdieu (1986) y otro en los planteamientos de Putnam (1993). Sin embargo, como nos muestra Rostila (2010), estos convergen en una premisa: las redes y las relaciones sociales importan y gracias a ellas se vuelven asequibles recursos, tanto a nivel individual como colectivo. Esto a través de la existencia de redes, lazos (bridging o bonding) y una densidad de vida asociativa (dimensión estructural), así como la calidad y las características de dichos lazos, basados en normas y valores como la reciprocidad y la confianza (dimensión cognitiva). En estos contextos de violencia, ¿qué queda de estas dimensiones? ¿cuáles son sus características? Esto puede ayudarnos también a comprender por qué ciertas formas y lugares de violencia prevalecen, se modifican o surgen.
Otros conceptos eje para esta investigación son el de violencia y seguridad. El primero de ellos se discute en sus diversas concepciones, que van desde el sentido más acotado de violencia: la violencia física o personal y el uso de la fuerza; hasta aquel más amplio de violencia estructural desarrollado por Galtung (1969). A pesar de que el estudio se centra en los aumentos exponenciales de violencia personal durante el periodo (siendo de vital importancia la violencia criminal), la violencia estructural es parte importante del contexto y varios autores la consideran una de las explicaciones a las manifestaciones de violencia que se han dado en la frontera. En cuanto a seguridad, también se discute una concepción acotada (freedom from fear) y otra más amplia (freedom from want), siendo el centro la primera (la seguridad personal), que está asociada a la protección frente a la violencia física. Sin embargo, se hace énfasis en la dimensión subjetiva de ésta, pues la percepción que tienen los individuos del peligro que corren, será un determinante importante en las respuestas por las que optan.