No fue hasta el año 2015 cuando en Jalisco se realizó por primera vez un conteo de la población afrodescendiente. En el comunicado de prensa emitido por el INEGI para dar cuenta de los resultados del más reciente censo de población y vivienda (2020) en el estado, la palabra «afrodescendiente» se menciona solo una vez. Gerardo Gutierrez Cham, codirector del CALAS, destacó la importancia de traer las discusiones sobre la situación de las poblaciones negras a una ciudad como Guadalajara, donde no tiene arraigo.
La Plataforma para el Diálogo: Afros al Frente: experiencias de luchas en contextos de crisis, que se realizó del 14 al 16 de febrero 2022 en la Biblioteca Pública Juan José Arreola, se propuso romper el primer eslabón de la cadena de exclusión: la invisibilización sistemática de las personas negras en América Latina, que deriva en falta de atención gubernamental, discriminación, migración forzada y transgresiones continuas de sus derechos humanos.
Nicolás Rey, de la Universidad de Guadalajara coordinador del evento junto a Wilfried Raussert, de la universidad de Bielefeld, destacó la importancia de convocar a militantes, pensadores y académicos afrodescendientes y no afrodescendientes “en acción”, esto es, aquellos que con acciones modifican las estrategias y metodologías para mejorar la situación de las poblaciones negras en la región.
Los 25 especialistas participantes coincidieron en que a lo largo del continente el movimiento por la dignificación de las poblaciones afro se encuentra en estadios diferentes de desarrollo, pero en todos queda mucho por hacer para eliminar las injusticias que padecen y reconocer sus contribuciones al forjamiento de cada nación.
El vínculo creado en este congreso entre activismo y academia precisa continuar y fortalecerse para abordar la cuestión afro desde una perspectiva verdaderamente descolonizadora, que acabe también con la violencia epistémica impregnada en los sistemas categoriales con los que las ciencias sociales se dirigen al fenómeno.
La pureza de las categorías es una ingenuidad odontológica que los investigadores no desconocen. Así, uno de los canales de debate giró en torno a las diferencias que supone, y las precauciones que exige, el lugar de enunciación. «Hablar con», «hablar desde», «hablar para» implican un posicionamiento ético a la par que una responsabilidad en y con la praxis investigativa, la cual, como señaló Paola Marugán, investigadora española que llegó desde Ciudad de México para asistir al evento, no generará procesos de cambio y transformación si reproduce el poder imbricado en el «hablar sobre».
Asimismo, el fórum enfatizó que la lucha antirracista no compete solo a las poblaciones negras, antes bien, debe incluir a la «blanquitud» para desmitificar las concepciones del otro biológica y culturalmente racializado. «¡Dejar de enseñar la subordinación. Deconstruir el sistema que enseña a algunos a ser excluyentes y a otros a ser excluidos!» -sentenció Rina Cáceres, historiadora costarricense que estudia la esclavitud, la diáspora y las comunidades afrodescendientes en Centroamérica.
La deuda histórica con las y los afrodescendientes permanece sin saldarse en medio de las nuevas luchas contra los viejos problemas que les subyugan en crisis perpetua. La Plataforma para el Diálogo reafirma su compromiso de poner los Afros al Frente y amplificar la voz de las disímiles culturas negras en América Latina y el Caribe.