Los estudios sobre las culturas populares, su pasado, presente y futuro, ha sido el tema del conversatorio que el CALAS organizó el 25 de noviembre 2021 en la Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz en Guadalajara. Participaron el sociólogo argentina Pablo Alabarces, y Efraín Franco Frías, prestigioso académico de la Universidad de Guadalajara. El animado debate fue moderado por Gerardo Gutiérrez Cham, co-director del CALAS.

Alabarces, exfellow del CALAS y autor del recién publicado ensayo: Pospopulares: Las culturas populares después de la hibridación define lo popular como un lugar desde donde mirar la desigualdad, la falta de democracia y la jerarquía. Pero además es un concepto relacional que solamente existe deslindándose de lo no popular, de la cultura supuestamente culta. En esta relación para Alabarces es clave la idea de la subalternidad, y de las relaciones de poder. A partir de su popularidad, las preferencias de las culturas de masas se convierten en mercancía, advirtió por su parte Efraín Franco. Nombró como ejemplo la telenovela que es un producto de la industria cultural y que sirve igualmente como instrumento de control y dominio, ejercido tanto por el Estado como por los empresarios.

En el día del primer aniversario de la muerte de Diego Armando Maradona, al cual Alabarces, uno de mayores expertos latinoamericano sobre culturas futbolísticas he dedicado considerable atención en su vida académica, el papel de los personajes populares, convertidos para algunos en ídolos míticos, para otros en villanos, ha sido otro tema del conversatorio. Para el autor de la Historia mínima del futbol en América Latina, la muy controvertida figura del deportista argentino es un ejemplo emblemático de alguien que surge de las clases subalternas que nunca borra este signo, al contrario, se jacta de esta condición y que no se sujetaba al guion de las culturas de masas. A partir de la vida de Maradona, Alabarces se atrevió a desarrollar algunas ideas sobre lo que denomina una teoría del héroe popular como infame, en el doble sentido del que comete delitos que transgreden la ley y del condenado al silencio. A esto agregó Franco Frías la dimensión de cómo las industrias culturales, cuando se percaten de las posibilidades comerciales de estos héroes o antihéroes de la vida real o de la vida imaginada, como en la popular lucha libre en México, explotan su valor mercantil.