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¿Migrar en colectivo? Tándem de CALAS investiga las formas de organización migrante en América Latina

Las investigadoras Martha Cecilia Ruiz (Flacso Ecuador) y Ximena Alba (Freie Universität Berlin) cuentan en esta entrevista las particularidades de su investigación sobre prácticas organizativas y cuidados en la migración. Situado en Quito y Guadalajara, este proyecto, a partir de un marco feminista de los cuidados, les ha permitido ver cómo las organizaciones migrantes forman articulaciones cada vez más horizontales, entre pares.

Pregunta. Ximena, Martha Cecilia, ¿de qué trata el proyecto de investigación que están llevando a cabo en el CALAS?

Ximena Alba: El proyecto que estamos realizando trata sobre las distintas formas en que personas en movilidad se organizan, para cuidarse, establecerse. Con esto no nos referimos tanto a personas que están en tránsito, sino a quienes emigraron y se establecieron en México y Ecuador, o que retornaron, voluntaria o forzadamente, a estos dos países. Tratamos de ver esto desde latitudes y territorios distintos y a la vez conectados entre sí.  No solo enfocarnos en lo que está sucediendo en México y Guadalajara, sino también ver cuáles son estas formas de cuidados y construcción de comunidad en Quito, Ecuador, y desde la región andina. Hemos encontrado dinámicas bien distintas en Quito y Guadalajara, pero también algunas conexiones.

Martha Cecilia Ruiz: La investigación parte desde el marco y la noción de luchas migrantes. Es un proceso que se estudia cada vez más. En Europa empieza de hecho en Alemania y desde hace algunos años se estudia también desde las particulares dinámicas de América Latina. Pero en la región me parece que el estudio de estas luchas ha estado concentrado en algunas zonas bien específicas, por ejemplo, Centroamérica, México, y en América del Sur hay más reflexiones desde el Cono Sur. Además, las luchas migrantes y los cuidados se estudian más desde el tránsito migratorio, o cómo las personas migrantes se organizan y cuidan en el camino. Ha habido menos atención en la organización y los cuidados en procesos de asentamiento. Y esto porque México está visto básicamente como una zona global de tránsito migratorio. Y Ecuador, junto con Venezuela, como uno de los países desde donde se está migrando fuertemente hacia Estados Unidos, vía México. Se considera menos los asentamientos y retornos a estos dos países, o las movilidades desde Ecuador y otros países andinos a México. Por ello también la importancia de considerar las movilidades que conectan a Mesoamérica y la región andina.

Pregunta: ¿Cómo se conecta este proyecto con sus investigaciones previas?

Ximena Alba: Para mí era muy importante después de una larga investigación sobre migraciones y violencia enfocarme justamente en las luchas y no ver a las poblaciones en movilidad como poblaciones intrínsecamente vulnerables, sino poblaciones en lucha constante, aunque esta lucha puede a veces materializarse de forma inesperada, como formas de convivencia, de cuidado cotidiano, incluso de fiesta y de alegría compartida. Estas también son formas de protección y de organización que desarrollan las personas para poder estar siempre al pie de la lucha.

Martha Cecilia Ruiz: En mi caso fue diferente. Mi trabajo previo se enfocó mucho en resistencias y grupos organizados, como trabajadoras sexuales que buscan justamente rebasar la noción de víctima y grupo vulnerable. Pero había trabajado básicamente en una zona de frontera, por muchos años, mirando desde la perspectiva de las fronteras, aunque vivo en la capital. Así que para mí fue una novedad estudiar la dinámica migratoria y de organización desde Quito y mirar esas barreras, fronteras internas, que tienen las personas migrantes dentro de las ciudades, como también sucede en Guadalajara.

Pregunta: ¿Cómo llegaron a conectar el tema de la migración con los cuidados?

Martha Cecilia Ruiz: A diferencia de otros estudios sobre luchas migrantes, no estamos trabajando desde el marco y la literatura de movimientos sociales y nuevos movimientos sociales, que es el marco clásico desde donde se estudian las organizaciones sociales y las luchas colectivas, sino que estamos analizando estas luchas desde el marco feminista de los cuidados, el sostenimiento de la vida, a través de un tejido colectivo de mutuo apoyo y cuidado. Además hemos puesto atención en el papel del género en las organizaciones de migrantes. Encontramos muchas organizaciones exclusivamente de mujeres que buscaban cuidarse entre mujeres y abrir espacios entre mujeres, pero también organizaciones exclusivamente de hombres. Como en el caso de México, una organización de hombres deportados que también hablaron de cómo se juntaron para cuidarse entre sí. Entonces el cuidado surgió también desde el trabajo de campo, de manera bien explícita hablaron de cuidados. Eso nos llamó mucho la atención y por eso le dimos más centralidad a los cuidados en nuestro proyecto.

Pregunta: Trabajando en Quito y en Guadalajara, ¿cómo les funciona su cooperación como “tándem”?

Ximena Alba: Para mí lo más interesante fue el haber hecho el trabajo de campo inicialmente juntas, en Guadalajara, en un lugar específico en el que ninguna de las dos habíamos trabajado antes. Creo que, desde los dos lados, desde los dos puntos de vista, lográbamos entender cosas distintas. Yo veía una cosa y Martha Cecilia se daba cuenta de que había otro proceso en el que yo no me estaba fijando porque estaba muy metida dentro de mis propias construcciones sociales y dentro de mi propio conocimiento académico. Fue muy enriquecedor haber trabajado en conjunto desde estas dos perspectivas.

Martha Cecilia Ruiz: Sí, hubo este diálogo y miradas desde las dinámicas de México y Ecuador, y también entre lo que habíamos trabajado antes cada una de nosotras. Ximena temas de violencias, mientras yo resistencias, organización. Cooperar con una doble mirada y escribir a cuatro manos puede ser a veces más difícil porque hay que coordinar mucho, pero me parece que es mucho más rico, incluso cuando hay un debate que está presente y no se resuelve con un solo punto de vista.

Pregunta: ¿Cómo aporta su proyecto a entender cómo se afrontan crisis, como la llamada “crisis migratoria” desde América Latina?

Ximena Alba: Yo diría que es la construcción de espacios de lucha desde abajo. Para mí sigue siendo una de las cosas más importantes de lo que pudimos ver juntas en Guadalajara. Y también por lo que me cuenta Martha Cecilia de lo que sucede en Quito, cómo la gente se organiza porque no tiene de otra y esa organización les permite llevar a cabo una vida que les sea más digna, que les sea más vivible. Dentro de estas mini-prácticas, muy cotidianas o mundanas, como las hemos llamado, como fiestas, ferias, paseos y salidas, logran desdibujar las imposiciones, barreras que enfrentan cotidianamente.

Martha Cecilia Ruiz: Lo que queremos decir con “desde abajo” es que no hablamos de organizaciones de sociedad civil de manera general, sino organizaciones de base migrante. Además, existe toda una infraestructura de ayuda humanitaria que actúa desde arriba, sobre todo acá en la región andina por la llamada crisis migratoria venezolana. Actúa desde agencias internacionales humanitarias, de ONG, del Estado, que han estado tratando de responder de manera incluso muy paternalista al fenómeno. Lo que encontramos fue que algunas organizaciones prefieren articularse “entre iguales”, con articulaciones más horizontales. Entonces eso fue una novedad de trabajar básicamente desde las organizaciones de base, de mujeres migrantes, personas racializadas, poblaciones LGBT+ y sus formas de luchar colectivamente.

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Entrevista realizada por Jochen Kemner.

Fecha: 
Friday, May 9, 2025